Las ganas son parte de un deseo y todo deseo es siempre motor del organismo y del espíritu. Realmente no cabes dudas que cuando una persona le dice a otra que tiene ganas de ella, lo que realmente esta manifestando es un deseo, hasta muchas veces una necesidad misma. Igualmente el deseo es mucho más oportuno, porque la necesidad responde al cuerpo, no al espíritu.
Existen muchas formas elegantes de hacer llegar este mensaje a la persona a la que le tenemos ganas. Lo cierto es que se puede ser siempre elegante pero a veces basta con solo decirlo de una vez por todas y dar lugar a que las cosas se muevan, no vale la pena perder demasiado tiempo en decir algo que sentimos como muy verdadero.
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