La vida de los amantes es tan cierta con todas las demás viven, ellos se alientan así mismos en el sueño de creer que su amor es tan posible como todos los amores del mundo, y su pasión y compromiso hacen de su relación el éxtasis más grande, casi como una droga que no pueden dejar y que a diario les despierta la ansiedad de volver a alimentarse, uno del otro, de sangre a sangre, como caníbales.
En el amor las fuerzas de lo esencial de la vida juegan un papel fundamental siempre, pero es en los amantes donde una energía corporal invade el espíritu y este se despoja de muchos de los valores y pensamientos comunes, que parecían imposibles de perder, pero que quedan sin sentido hasta la fuerza de los hechos y de la tan vivida realidad.
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