Durante miles de años, la noche ha sido el manto, el velo que ha dado lugar al amor y que le permitido a los amantes cumplir con sus más profundos deseos sin necesidad de comprometerse frente a los ojos ajenos. En las mejores noches el cuerpo encuentra el cariño y el descanso, estas son dos acciones esenciales para la vida y para la calidad verdadera de la misma.








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