Las cosas que nos conmueven con mucha impronta, que fueron creadas con mucha pasión y sentimiento, ellas tienen un valor que si a su vez se suma la identificación personal, se vuelven eternas e inolvidables. Muchas de las cosas que se convierten en inolvidables dentro de nuestra vida tienen lugar en la infancia y en general en toda nuestra juventud.
Existen muchas cosas que se pueden caracterizar como inolvidables, lo verdadero es también que todo esto es muy relativo a nuestro propio aprecio. Las personas suelen marcar estas cosas bajo su propia perspectiva, pero sin dudas la juventud es una característica sagrada que se manifiesta en esta forma.
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lunes, 20 de febrero de 2017
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