Para las personas creyente, la muerte no es el final, sino simplemente un paso a otra vida. La Biblia nos da una esperanza, nos promete una vida eterna en el cielo. Fue Jesús quien consiguió esto para nosotros, lo hizo por amor en esa cruz y nos lo dio como un regalo que solo tenemos que aceptar. No hay condiciones, solo amor. Así lo dice la Biblia, solo creer en Jesús y confesarlo como Señor y Salvador.
Estas palabras son de mucho consuelo para los creyentes que han perdido a sus familiares y amigos. Les recordara que, a pesar del momento triste, ellos ahora están en un lugar mucho mejor que es ¡real! Y que en un tiempo futuro, cuando nosotros terminemos nuestro plan aquí en la Tierra, nos reuniremos todos a disfrutar de esa vida perfecta.
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jueves, 16 de marzo de 2017
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