Tenemos que aprender que la venganza nunca es una buena idea, o al menos cuando eso nos destruye a nosotros mismos. Es tan grande el fuego del odio que podemos quemarnos a nosotros y a nuestros seres queridos, junto con nuestros enemigos.
Tu única venganza solo debe ser feliz. Tienes que mantenerte en paz y esperar que las personas que te hicieron mal se destruirán solo porque en la vida todo se paga.
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