Existen infinidades de formas para ofender a otra persona. Los insultos no tienen limites verdaderamente, y hay aquellos cuya intensidad es verdaderamente muy fuerte. No caben dudas que esto puede ser muchas veces la chispa que desencadene una ola de violencia, de los insultos a la violencia siempre hay un paso muy pequeño y este es el primer paso de lo que puede ser una cadena sin fin de sucesos.






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