En la antigüedad, no era nada fácil ser princesa, toda tu vida estaba ligada a las responsabilidades de la familia, y el cien por ciento de las veces ellos tomaban las decisión por sobre la voluntad de la princesa siempre poniendo en primer lugar la prosperidad del apellido y el estatus social. La verdad es que no nos parece nada agradable haber sido princesa.







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