Algo inevitable del cine es que muchas veces la apariencia de los actores es privilegiada por sobre la experiencia. Esto no quiere decir que los talentosos se quedan afuera por no lucir bien, pero sin embargo, ya que es el arte de lo visual, todo aquello que es atractivo a los ojos es inevitablemente mucho mejor y es algo muy prospero que ver los productores y los directores.
El caso de Antonio Banderas es el de un gran actor que también exploto mucho su calidez y la belleza que le dio el suelo español donde nació, sin dudas un atractivo exótico para el mundo del cine holywoodense que no supo desaprovecharlo y que muchas veces le dio el papel de latino, sabiendo que podía explotar también esa faceta gracias a su idioma. Gracias a estos atributos le fue posible ejercer una carrera muy reconocida en el mundo.
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miércoles, 1 de febrero de 2017
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