La familia es sin dudas una de las cosas más importantes que podemos tener en nuestra vida. Lo interesante es que las relaciones familiares a pesar de mantenerse en el tiempo y ser algo que si se dan dura para toda la vida, la mismas son muy dinámicas y también se van trasformando.
Por ejemplo, la relación con los padres va mutando y cambiando mucho durante toda la vida de una persona. Al comienzo, los padres son protectores y buscan dejar un legado sobre el niño, una serie de conocimiento para con la sociedad, y para con las demás personas, como se debe ser para ser bueno pero para también ser protector de la familia y un ser con coraje y con ganas de vivir.
Después viene una época de autonomía, donde la persona tiene que necesariamente cuestionar ciertos privilegios que tiene con sus padres para ganarse su camino propio, esta es una acción que debe hacerse y que no se da en todos los casos, y es la impronta del crecimiento personal y del camino propio, la búsqueda de nuestro destino.
Para finalmente, en un camino regular y sin demasiados sobresaltos, más allá de los éxitos y los fracasos, la protección termina siendo por parte de los hijos hacia los padres. No hay dudas de esto, cuando ya ha pasado mucho tiempo puede o se nota que los roles se invierten un poco. Esto puede describirse como una análisis de las generalidades porque en las cuestiones sociales todo es relativo a cada situación.
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jueves, 18 de agosto de 2016
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