El vivir en comunidad implica naturalmente una comparación de unos y otros. No caben dudas de que las personas miran lo que otros tienen y desean mucho alguna vez alcanzar esas cosas. Hay quienes realmente se toman las comparaciones con demasiada atención y sufren por no alcanzar esas cosas que ven el resto. Siempre que el espíritu de superación personal pase por este tipo de actitudes las cosas pueden tomar caminos dificiles.
Porque en este sentido, la envidia te invita a crecer mirando lo que hacen los otros y no mirando realmente quién uno mismo es y quiere ser. Mirar al otro y no mirarse a uno mismo es el sendero que te lleva a ser capas de cualquier cosa por obtener lo que deseas, y cuando decimos cualquier cosa resaltamos la idea de caer en la criminalidad y vaya a ser en que peores calumnias de la vida.
La envidia es la actitud que lleva a decir cosas feas de la gente con tal de menospreciarla y de hacer perder el respeto que otros tienen por ellos. Esto es tan bien una actitud despreciable. Tener en cuenta todas estas actitudes y sentirse realmente mejores que estas cosas es una forma de estar atento y de no caer en las influencias de otras personas que inevitablemente nos quieren llevar por ese camino.
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