Y es notable relacionar al amor mismo con las fuerzas de la creación pero ha entender que como toda gran energía, esta también tiene la capacidad de destruir. Irónicamente lo mismo que nos puede dar el mayor placer de nuestra vida es lo mismo que nos puede dar el mayor dolor. Parece muy desquiciado, pero realmente es así, y singularmente este dualismo sentimental también se manifiesta en otras formas, como el oxigeno esencial para la vida pero que a su vez oxida a la células y es el principal motivo del envejecimiento.
El desamor es entonces la emoción de sentir dolor a partir del amor. Todo aquello que alguna vez se nos presento como hermoso hoy se nos convierte en la principal fuente de displacer de nuestro espíritu. Nada que no pueda revertirse. Ya que como dijimos, en esencia la vida es amor y nunca va a faltar esto en ella, solo hay que buscarlo y estar predispuesto.










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