La mayoría de los mecanismos o funciones de la menta nos son conocidos, la información y el conocimiento de complejisan cunado tratamos de comprender el funcionamiento de los mecanismos en su conjunto, en relación constante. Pero existe un mecanismo muy interesante que no comprendemos en totalidad por si solo, este sin dudas es el olvido.
Irónicamente, como si fuese un chiste de la vida, las cosas que más queremos olvidar son las más difíciles de hacerlo y las que consideramos más importantes son las que más nos olvidamos. Esto parece que fuese un mal funcionamiento pero es realmente cierto. Si lo pensamos igualmente desde la economía mental el olvido así pensado tiene sentido, porque las cosas que más nos gustaría olvidar son también las cosas que más energía tienen en nuestra mente, sea este energía a través del polo del dolor. El dolor hace difícil el olvido, el dolor torna vigente a los recuerdos.
Mientras que el placer es la liberación de energía, el relax, por eso las cosas que nos gustan se pasan de vista. Porque están relajadas. Solo nos acordamos con notable certeza cuando estamos nervioso por algo, como cuando es imposible dormir sabiendo que en unas horas tenemos un examen importante, incluso ni durmiendo podemos quitar la energía de esa horario decisivo.
Para seguir ilustrando todo esto dejamos una serie de poemas que hablan acerca del olvido.
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