Se suele afirmar que el amor tiene muchos enemigos, que no necesariamente estos enemigos son otras personas ajenas a la relación que por distintos motivos quieren alejar a la pareja, hay enemigos que no están personificados, que son entidades abstractas, que se alimentan del pensamiento y de los miedos más grandes del espíritu, en este caso podemos pensar a los celos como uno de los enemigos más grandes del amor, pero también queremos ocuparnos de la distancia.
En esta oportunidad vamos a entender a la separación como una distancia que se impone dentro de una pareja. Y esto es bastante complejo, porque muchas veces la distancia puede ser real, se puede medir en kilómetros, pero otras muchas veces la distancia puede ser una barrera mental que nos aparece en función de las situaciones vividas últimamente. Seguro es mucho peor para una pareja encontrarse con una distancia mental que con una distancia física.
La distancia, un viaje, un trabajo lejos, es también una dificultad, más aún si esta es repetitiva y constante, si cotidianamente se da que una de las personas tiene que permanecer mucho tiempo alejada. Por supuesto, la tolerancia y la paciencia pueden superar esta situación, no seria un ejemplo raro una pareja que logra vivir muchos anos así. Pero realmente es un situación que se vive con dolor y necesita de mucha confianza para el interior de la pareja superar la separación.
Cuando estamos frente a la distancia mental, algo ocurrió que no puede ser superado, puede que no necesariamente sea una desilusión. Este es el comienzo de una despedida la mayoría de las veces.
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martes, 18 de octubre de 2016
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